quinta-feira, 27 de fevereiro de 2020

¿Qué pueden hacer los medios de comunicación para sobrevivir?


He asistido en Sevilla a una jornada sobre inteligencia artificial celebrada en la Escuela de Organización Industrial (EOI) en la que uno de los moderadores del encuentro, Vicente de los Ríos, ha aludido a un concepto que me ha llamado mucho la atención: el sentido de la urgencia. De los Ríos se refiere a la necesidad de que las empresas se den cuenta de que no pueden esperar por más tiempo a emprender sus procesos de transformación digital para seguir siendo marcas capaces de sobrevivir con éxito en sus distintos mercados. O lo hacen ya o el futuro les puede pasar por encima sin conmiseración alguna.

Por deformación profesional, no he podido más que pensar que parecía que se estaba refiriendo en particular a las empresas de medios de comunicación de este país. Las marcas periodísticas españolas han emprendido sus procesos de transformación acuciadas por ese sentido de la urgencia, aunque en este caso, si me apuráis, quizás el que mejor se ajusta a lo que está pasando no es el de la urgencia… sino el de la supervivencia. Las marcas se están transformando, pero a palos y porque ya no ven otra posibilidad. Los medios han entrado en modo pánico. Y sólo saben que tienen que hacer algo. No saben exactamente el qué, pero algo.


Cambiando en un precipicio

La transformación de los medios españoles no es, pues, una decisión voluntaria. Los directivos de las grandes marcas se han pasado años intentando perpetuar sus modelos de negocio tradicionales, haciendo caso omiso a las innovaciones tecnológicas que han transformado los hábitos de consumo de información por parte de los ciudadanos.

Y sólo ahora que sus cuentas de resultados están en un precipicio, asumen que ya no tienen más opciones que las de buscar nuevos ingresos que se adecúen más a la realidad en la que viven sus potenciales seguidores. O se aclimatan o se aclimueren.

O SEO o comunidad

En esta transformación obligada se advierten dos caminos: el del negocio de la cantidad y el de la calidad.

En el primero, algunas grandes cabeceras siguen apostando por estrategias SEO muy agresivas con el objetivo de aumentar en todo lo posible el número de visitas a sus páginas para así lograr un buen puesto en el medidor de comscore que les permita acceder a las grandes campañas publicitarias.

Como consecuencia de esta dictadura de las paginas vistas, participan atestando las redes de noticias insustanciales o muy alejadas de sus valores que les permiten decir a las centrales de medios que tienen millones y millones de visitas. Todo se sacrifica en el altar de la viralidad. Y de los algoritmos. El único Dios es el que vaya primero en la sección de ‘Lo mas leído’. Y si hay que comprar tráfico en alguna red social como Facebook, se compra. Es la dictadura del click.

Click para hoy y hambre para mañana, pues estas marcas se deterioran y pierden valor. Ni hacen comunidad en torno a ellas ni generan confianza en sus lectores y en sus potenciales anunciantes. Y, además, son cada vez menos competitivas en el entorno publicitario, dominado por Google y Facebookcon las cookies en riesgo de desaparición, con la amenaza real de la publicidad programática y con síntomas de hartazgo del consumidor ante el exceso de publicidad invasiva y la sensación de que vale casi todo para lograr que entremos en sus páginas.

En el segundo camino, que aspira a recuperar viejas esencias del oficio, otros medios trabajan ya en la reconstrucción de la relación de la marca con sus seguidores a sabiendas de que la publicidad tradicional ya no puede seguir siendo por mucho más tiempo su principal fuente de ingresos.

Estas marcas trabajan ya en sustituir el dinero de la publicidad por ingresos provenientes de los lectores (muros de pagosuscripciones) y por otras vías que ahora son colaterales: generación de contenidos de marca en nuevos formatos (vídeos, podcast, producción de eventos, trabajos de consultoría de comunicación y un etcétera cada vez más largo.

La decadencia del imperio del gratis total

Este segundo camino, como digo, está más ligado a los principios y valores del periodismo, pero también es más difícil. Estamos saliendo de tres décadas de gratuidad en las que acostumbramos a los ciudadanos a pensar que la información no vale dinero y ahora es difícil lograr que los ciudadanos se comprometan con las marcas periodísticas pagando por las noticias.

Los muros de pago no son ninguna panacea que resolverá los males del negocio periodístico. En algunos casos, aliviarán la situación de las empresas, pero en la mayoría no se lograrán los objetivos planteados: no hay tanta gente dispuesta a pagar.

Los ‘anti-fake’

Y el caso es que nunca han sido más necesarios los medios de comunicación solventes que sean capaces de generar confianza.

En los últimos cinco años, hemos asistido a la masificación de las fake news, utilizadas como herramientas de desinformación para lograr objetivos políticos y económicos. Los bulos forman parte ya de nuestras vidas, determinan nuestro modo de pensar y alimentan la polarización de sociedades donde los adversarios se convierten en rivales y enemigos.

Y en este mismo periodo de tiempo, hemos visto cómo la información se ha convertido en un producto más de la sociedad del entretenimiento, un producto de trazo grueso y mensajes simples donde se huye de la complejidad y se abre la puerta a todo tipo de populismos porque dan audiencia y venden en las redes sociales

En esto, la sociedad sí que tiene prisa, la de recomponer su mapa mediático para defenderse de estos fenómenos que la erosionan y empobrecen. Necesitamos buenos medios. Y pronto. Con sentido de urgencia.

El nuevo mantra de la industria periodística: menos ‘lectores’ y más suscriptores


He participado en la presentación en Sevilla del libro del consultor Pepe Cerezo sobre los nuevos modelos de suscripción en medios de comunicación, un texto muy recomendable en el que se diseccionan con precisión gran parte de las estrategias que están empleando las marcas periodísticas en este viraje colectivo hacia el pago por noticias al que estamos asistiendo en la actualidad.

España se incorpora tarde a esta tendencia, pero parece que ya ha llegado el momento de que se homologue también en este aspecto al resto de países de su entorno. Si los denominados muros de pago funcionan en Francia, Italia, Alemania o el Reino Unido, ¿por qué no pueden lograrlo al sur de los Pirineos?

Las opciones de implantación de este tipo de modelos son muy diversas, pero lo que ya no parece que tenga muchas opciones es la idea de que los medios de comunicación pueden seguir instalados en sus estrategias tradicionales. Esto de que todos los medios sean generalistas y se financien con publicidad y, en el caso de los periódicos de papel, con venta de ejemplares, no se sostiene.

Esta singularidad del todo gratis va a dejar de ser una excepción. No desaparecerá, pero ya no será hegemónica. Los bárbaros de la suscripción han llegado al corazón del imperio de la gratuidad para quedarse. El concepto fetiche de este nuevo tiempo ya no es el del número de lectores, de visitas o de páginas vistas. Eso se queda para quienes siguen obsesionados con el SEO más viral. Ahora, el concepto fetiche es el de suscriptor. Todos andan en busca no de lectores, sino de suscriptores.

No hay muchas alternativas. Google, Facebook y en menor medida el resto de redes y motores de búsqueda se han quedado con los datos de los usuarios y los explotan publicitariamente mucho mejor que los propios medios. Se han convertido en los soportes más eficaces para la transmisión de los mensajes de las marcas empresariales, sociales y políticas. Y eso lo saben ya los anunciantes, las agencias de publicidad, las consultoras de comunicación…y los propios medios.

En la imagen, de izquierda a derecha, Juan Carlos Blanco, Lucrecia Hevia (delegada de el diario.es Andalucía), Magda Trillo (directora de digital del grupo Joly), Pepe Cerezo (consultor experto en medios de comunicación y autor del libro sobre modelos de suscripción) y Andrés Mellado, director de Extradigital en Andalucia y organizador de la presentación del libro de Pepe Cerezo en la facultad de periodismo de EUSA Sevilla.

En el negocio de la confianza

En este contexto, las marcas periodísticas no pueden mirar para otro lado añorando un tiempo que ya no volverá, pues eso les puede llevar a languidecer hasta desaparecer, Por el contrario, lo que tienen que hacer es agarrarse a sus grandes fortalezas, ésas que le aportan valor y que tienen mucho que ver, como cuenta Pepe Cerezo, con un intangible muy poderoso: la propia marca, la confianza que se han ganado las marcas en los territorios y la seguridad y credibilidad que son capaces de generar.

En un entorno de saturación mediática en el que las noticias falsas circulan con avidez por redes y grupos de whatsapp, los medios pueden reconstruir sus modelos de negocio a partir de la confianza que generan en la comunidad en la que prestan sus servicios. Los medios de comunicación son un valor refugio ante las toneladas de basura pseudomediática con las que nos topamos a diario. Y tienen que aprovechar su posición.

El cordón umbilical que une a los lectores con sus marcas periodísticas debe traducirse en un compromiso recíproco en el que ambas partes tendrán sus obligaciones: el de la marca periodística será el de ofrecer un producto que sea útil y del que te puedas fiar y el del ciudadano será el de contribuir de algún modo a que ese medio pueda seguir siendo sostenible y lo suficientemente sólido como para soportar las presiones políticas y económicas que sufren los medios que son capaces de influir en su entorno.
Eso no tiene que derivar necesariamente en que haya que pagar siempre por las noticias (está por ver que funcionen en España los muros de pago que ahora conocemos). Como hemos contado por aquí en tantas ocasiones, se pueden construir modelos en los que los ingresos se diversifiquen sin necesidad de erigir un muro en torno a las noticias (eventos, generación de contenidos de marca, prestación de servicios de comunicación, cursos de formación…y, por supuesto, también la publicidad: no hay que renunciar a ella).

Si pagamos por estar entretenidos, ¿por qué no por estar informados?
Pero sí es verdad que se va a extender un modelo en el que recuperaremos la idea de que, si queremos un buen periodismo que mejore la salud democrática de nuestras sociedades, habrá que pagar por él. De hecho, la pregunta que se hacen ya muchos en este sector empieza a cobrar cada vez más sentido: si ya pagamos por ver series, películas y partidos de fútbol, ¿por qué no vamos a pagar por las noticias de calidad?

La respuesta no es sencilla. Mientras haya tantísimas informaciones en abierto, será difícil que la gran mayoría pague por contenidos informativos, e incluso habrá quien diga que prefiere pagar por estar entretenido que por estar informado. Pero es cierto que, en términos de opinión pública, empieza a asumirse la idea de que el periodismo también hay que pagarlo y que, si queremos contar con empresas informativas capaces de ejercer de contrapesos de los poderes políticos y económicos, no podemos dejar que se debiliten hasta morir.


Fonte:   El Post Blanco (Juan Carlos Blanco)

domingo, 23 de fevereiro de 2020


O Globo lidera circulação dos jornais em janeiro

Na soma dos exemplares impresso e digital, publicação está à frente da Folha, que também registrou alta no primeiro mês do ano

O jornal O Globo encerrou o primeiro mês de 2020 com a maior média de circulação entre os grandes jornais do País. Dados do Instituto Verificador de Comunicação (IVC) mostram que, em janeiro, o Globo teve uma circulação média de 339.891 exemplares, considerando as assinaturas impressas e digitais.
O desempenho do jornal da Infoglobo foi superior ao registrado em dezembro de 2019, quando a média geral de circulação atingiu a marca de 333.773 exemplares.
A Folha aparece em segundo lugar, com uma média de circulação de 331.112 em janeiro (considerando as plataformas digital e impresso). O número também é maior do que a média do mês anterior (dezembro de 2019), que foi de 329.394.

Na sequência no ranking dos jornais estão O Estadão (com média de 244.191 exemplares em janeiro); Super Notícias (média de 189.285) e Zero Hora (média de 151.840). Nos três casos, os números são menores do que os registrados pelo IVC em dezembro de 2019.

Digital

Seguindo a tendência já apresentada nos últimos anos, a circulação digital dos dois maiores jornais cresceu no comparativo mensal. Líder no segmento digital, a Folha saltou 247.476 exemplares digitais em dezembro do ano passado para 250.157 exemplares em janeiro de 2020.
O Globo teve um crescimento ainda maior em sua base digital, que subiu de 232.591 exemplares em dezembro de 2019 para 240.266 em janeiro.
O Estadão teve um ligeiro recuo de sua média de circulação digital no mês, passando de 148.730 para 148.691. Na sequência do ranking do IVC aparece o jornal Valor Econômico, cuja média de assinaturas digitais mensal subiu de 81.222 (em dezembro) para 90.527 (em janeiro).
De acordo com o IVC, a circulação digital do Zero Hora diminuiu de 79.792, em dezembro de 2019, para 79.070 no primeiro mês de 2020. O Grupo RBS, proprietário do título, pondera que faz um cálculo diferente de sua base digital.

Segundo Andiara Petterle, vice presidente de produto e operações do Grupo RBS, o IVC não considera as assinaturas puramente digitais do GaúchaZH, a versão digital do Zero Hora, na contagem. Segundo a executiva, o Instituto usa, em seus cálculos, apenas aquelas assinaturas que oferecem a versão espelhada do impresso.


Fonte: Meio&Mensagem

segunda-feira, 17 de fevereiro de 2020

Aplicativo promete internet melhor para usuários e mais dinheiro para editores

Leia o artigo do Nieman Lab

O ex-CEO da Chartbeat Tony Haile espera ter encontrado algo entre o adblocking ético e do bem-estar digital. “Não é só ‘você pode se livrar de anúncios’, mas ‘Como é uma internet melhor?’”
NIEMAN LAB*por Sarah Scire 
Depois da versão beta que durou um ano, a startup de anúncios sem publicidade Scroll foi lançada, em 28 de janeiro, para o público. Fundada por ex-executivos de Chartbeat, Spotify e Foursquare, a Scroll promete uma experiência de leitura sem anúncios em mais de 300 sites de notícias (mais algumas outras vantagens) por US$ 5 ao mês.
É uma das tentativas mais significativas da indústria de notícias para resolver um problema real. Provavelmente, muitas pessoas que gostam do seu conteúdo o suficiente podem clicar em um link e ter 1 ou 2 anúncios perto da reportagem gratuita que desejam ler. E pode haver algumas pessoas que amam tanto seu conteúdo que estão dispostas a pagar uma taxa de assinatura mensal por ele. Mas e quanto a todos os que estão no meio –as pessoas que podem dar um centavo de vez em quando, mas que não assinam todos os sites de notícias que leem? Como os editores podem obter receitas com eles?
O ex-CEO da Chartbeat Tony Haile –e uma das principais razões pelas quais os especialistas do setor de notícias prestaram atenção à startup– diz que a Scroll nasceu de sua própria frustração como leitor de notícias on-line. Ele se indignava com anúncios ruins e rastreadores perigosos.
Por falta de uma alternativa viável, Haile sabia que alguns de seus veículos favoritos estavam demitindo jornalistas e dobrando anúncios digitais de maneira que “simplesmente não fazia sentido da perspectiva da experiência do usuário”.
Uma resposta comum a esse ataque de anúncios tem sido a instalação de adblockers –algo que cerca de ¼ dos norte-americanos afirma ter. Mas isso geralmente impede que mesmo os sites mais amigáveis também obtenham a receita necessária de anúncios.
Haile achou que havia uma maneira de oferecer uma melhor experiência de leitura on-line e garantir que editores recebessem mais dinheiro do que receberiam com a publicidade.
Como Ken Doctor relatou em 2018, Haile e seus cofundadores sonhavam com o básico anos atrás, incluindo a ideia de distribuir 70% do custo da assinatura de US$ 5 para editores individuais com base no tempo que cada usuário gasta no site (Haile disse que quem adotar inicialmente pagará apenas US$ 2,49/mês nos primeiros 6 meses. A Scroll também oferece teste gratuito de 30 dias).
O longo período beta permitiu que o Scroll eliminasse obstáculos técnicos –como descobrir a forma de manter um usuário conectado a vários sites e plataformas em desktop, celular e tablets. Mas também deu tempo à equipe, que cresceu para 15 funcionários, de refinar e expandir a ideia inicial sem anúncios.
“A principal coisa que mudou é que nos sentimos mais confiantes em relação à nossa visão”, disse Haile. “Não é apenas ‘Você pode se livrar de anúncios’, mas ‘Como é uma internet melhor?’”.
Para o Scroll, criar uma internet melhor significa projetar conscientemente um sistema para recompensar conteúdo de alta qualidade acima do clickbait. A startup distribui a receita com base na parcela de tempo –calculada por usuário individual para que publicações menores tenham uma boa repercussão– que cada leitor gasta em seu site. Cada usuário recebe um detalhamento mensal de como os dólares das assinaturas foram distribuídos.
Tony Haile exibe gráfico que mostra distribuição dos US$ 5 pagos pela assinatura do Scroll
Uma internet melhor também significa calcular como a maioria das pessoas lê notícias on-line. Depois de perceber que cerca de 2/3 do tráfego durante a versão beta vinham de dispositivos móveis, o Scroll criou recursos que permitem ao usuário ler uma reportagem em um computador, pegar onde parou no telefone e passar a ouvir o texto durante um trajeto.
Em uma demonstração, pouco antes do lançamento, as reportagens e as páginas iniciais da rede de 300 sites da Scroll carregavam muito mais rápido do que seus colegas cheios de anúncios.
Por exemplo: uma página do USA Today demorou mais de 18 segundos para carregar. Além disso, os leitores ainda teriam que clicar em um anúncio –que ocupava a página inteira– de “Star Trek: Picard”. Com o Scroll, a página inicial, sem anúncios, foi totalmente carregada em um segundo (obviamente, a diferença seria menor nas páginas de reportagens com publicidade menos agressiva).

A Scroll espera que essa experiência de leitura sem atritos beneficie também os editores, pois os usuários se tornam leais a sites que oferecem uma experiência de leitura mais rápida e limpa (não é muito diferente do argumento da Apple News, embora o modelo de receita ainda seja sobre publicidade).
Nesse estágio inicial, Haile disse que os parceiros da Scroll estavam vendo uma média de US$ 46 em receita por 1.000 visualizações de página. Embora Haile tenha dito que esse número “certamente oscilaria” (ele espera que os editores vejam perto de US$ 25 a US$ 30 à medida em que a rede amadurece), o Scroll ainda supera os números de publicidade comparáveis –que Haile estimou de US$ 5 a US$ 20 para o mesmo número de visualizações.
Uma das coisas mais surpreendentes a sair do período beta, disse Haile, foi a resposta emocional relatada pelos primeiros usuários. “Sabíamos que o Scroll seria mais rápido e mais bonito. Mas eu não estava esperando a perspectiva emocional. Os usuários disseram que a internet parecia mais controlável. Havia uma nova sensação de segurança e refúgio.”
Da mesma forma, Haile afirma esperar que o app que agrega notícias Nuzzelque a Scroll comprou em fevereiro, faça os usuários sentirem que estão usando uma versão mais confiável da internet. Nuzzel, por meio de curadores e combinações, fornece “uma maneira mais saudável de interagir com o social”.
A retenção (quantidade de vezes que os usuários retornaram ao app pelo menos uma vez em 30 dias), com base na experiência beta, parece se resumir a uma pergunta simples: o Scroll tem sites que o internauta gosta de visitar? Como eles adicionaram mais e mais publicações de parceiros, Haile disse que houve uma correlação direta com a retenção. E, à medida em que a rede cresce, mais receita de assinantes é direcionada aos sites e mais sites têm incentivo para participar.
Relação de alguns sites parceiros do Scroll
“Sabemos, como uma indústria, que precisamos experimentar novos modelos de negócios e, no entanto, vemos pouco isso acontecer. Tivemos muita sorte de trabalhar com parceiros que acreditam que precisamos inovar e adotar uma abordagem orientada por dados”, disse Haile.
Ele reconhece que os testadores beta autosselecionados provavelmente pertencem a “uma categoria mais especializada e consciente da mídia” que o público em geral –mais parecido com os leitores do Nieman Lab do que com seres humanos normais–, mas ele é incentivado pelo comportamento do usuário que ele tem até agora.
Em um futuro próximo, Haile diz que estará prestando atenção em como os padrões de engajamento mudam depois do lançamento público e trabalhando para recrutar mais parceiros de mídia –incluindo mais agências de notícia locais– para a rede da Scroll.
“Construímos isso para ver se podemos construir uma internet melhor. E não acho que você possa ter uma internet melhor sem o jornalismo local cobrindo as histórias que importam”, declarou Haile.

Balanço financeiro do NY Times mostra que os leitores do jornal reinam

Leia a tradução do artigo do Nieman

Sede do New York Times
*Por Sarah Scire
A escalada do New York Times para passar da crise à sustentabilidade e depois ao crescimento (processo que levou mais de uma década) atingiu outro marco positivo: a empresa teve mais de US$ 800 milhões em receita digital em 2019. Isso atende a uma meta corporativa estabelecida há 4 anos para ser atingida até o final de 2020 (como um bom jornalista, o Times superou o prazo).
Chamamos esse objetivo de “ambicioso” quando anunciado pela 1ª vez em 2015. À época, o Times tinha cerca de US$ 400 milhões por ano com o digital. O jornal agora está bem acima de seus concorrentes nacionais e respira uma atmosfera completamente diferente da de seus irmãos de jornais locais.
Lemos o balanço preliminar, a cobertura do próprio Times sobre o relatório, e falamos com os principais executivos do jornal. A receita de anúncios impressos e digitais caiu, mas novos recordes confirmam a filosofia do Times, que é “uma publicação focada na assinatura“. Aqui está o que chamou nossa atenção:

TIMES TEVE UM ANO RECORDE

Como havia sido anunciado no mês passado, o Times atingiu vários marcos em 2019. O jornal registrou 1 milhão de novos assinantes digitais e encerrou o ano com um total de 5,25 milhões de assinaturas em todos os seus produtos digitais e impressos. Ambos eram novos recordes para o periódico.
Na teleconferência para divulgar os resultados, o CEO Mark Thompson disse que “o maior motivo” por trás do sucesso do jornal foi a decisão de dar mais autonomia às equipes que trabalham nos vários produtos digitais da publicação. Ter várias equipes interdisciplinares trabalhando na conversão de assinantes digitais significa que o Times é capaz de “otimizar continuamente”, tendo “testes paralelos em execução em 2º plano”, disse ele.
O jornalista Clifford J. Levy celebrou os números no Twitter e agradeceu aos leitores do NY Times

A RECEITA COM PUBLICIDADE AINDA CAIU 10%

As receitas com publicidade impressa e digital caíram um pouco mais de 10% cada. Outras receitas compensaram a perda, com executivos apontando para um aumento na publicidade em podcasts e o aumento nos assinantes digitais como uma válvula de escape. A empresa estima que as perdas com publicidade continuem em 2020.
“O Times é uma publicação focada em assinaturas “, declarou Thompson. Ai do jornal que não é.

OS PREÇOS ESTÃO SUBINDO –MAS NÃO PARA TODOS

Nosso Ken Doctor conversou com Thompson em novembro sobre os próximos aumentos de preços para assinantes:
Thompson: …adicionamos centenas de jornalistas. Estamos há 8 anos sem aumentar os preços. Como assinante, acho que a ideia de que eu possa ter 1 aumento de preço depois de 8 anos não é irracional.
Doctor: Quanto vou pagar no próximo ano?
Thompson: Ainda não divulgamos isso. Fizemos alguns testes este ano com um número significativo de assinantes e, geralmente, quando explicamos o que estamos fazendo e por que estamos fazendo, a disposição deles de pagar mais era muito alta.
Agora sabemos o aumento: US$ 2. (De US$ 15 a cada 4 semanas para US$ 17.) Mas a alta será aplicada apenas a 750.000 assinantes digitais, representando aproximadamente 1/4 do total de assinantes digitais.
Como o Times escolherá os sortudos para aumentar os preços? O principal critério será a posse, ou seja, os leitores inscritos na taxa atual há mais tempo. (Outros ingredientes vão para o segredo de decidir quais assinantes verão o aumento, mas os executivos se recusaram a divulgá-los).

A STARBUCKS E O FACEBOOK NEWS TIVERAM IMPACTO NOS RESULTADOS DO TIMES

A decisão do Starbucks de parar de vender jornais impressos em suas lojas teve um impacto “significativo”, representando 2 pontos percentuais do declínio de 3% na distribuição impressa do Times. (O Times compôs parte da redução entre os assinantes do impresso).
Um aumento de 30% em “outras” receitas no 4º trimestre foi resultado principalmente dos ganhos da série do Times no Hulu, The Weekly, e da receita de licenciamento do Facebook News.
Em resposta a uma pergunta sobre se o Times poderia renegociar com parceiros como a Apple News à luz dessa receita, o jornal se recusou a fazer parte do pacote Apple News +, com vendas fracas. Os executivos disseram esperar rever o relacionamento com “todas as empresas importantes” em 2020. “As plataformas digitais ganham valor real pela presença da nossa marca, e isso deve ser refletido”, disse Thompson.

OS LEITORES AINDA GOSTAM DE RECEITAS E QUEBRA-CABEÇAS

A seção de culinária do Times teve “um final de ano espetacular“, com 68.000 novas assinaturas no último trimestre, disse Thompson. As assinaturas de palavras cruzadas aumentaram aproximadamente 40.000 no mesmo período.
*Sarah Scire é uma escritora que vive em Nova York. Atualmente, estuda ciência política e política na @columbia.
O Poder360 tem uma parceria com duas divisões da Fundação Nieman, de Harvard: o Nieman Journalism Lab e o Nieman Reports. O acordo consiste em traduzir para português os textos que o Nieman Journalism Lab e o Nieman Reports produz e publicar esse material no Poder360. Para ter acesso a todas as traduções já publicadas, clique aqui.


McClatchy, editora do Miami Herald, entra em concordata nos EUA


2º maior grupo de jornais locais do país
Fundado em 1903, o Miami Herald emprega 1 time de 450 jornalistas 
McClatchy entrou nesta 5ª feira (14.fev.2020) com pedido de concordata para se proteger de uma eventual falência.
É a 2ª maior empresa de jornais locais nos Estados Unidos. Publica 30 jornais diários no país. Entre os títulos veiculados estão o Miami Herald e o The Sacramento Bee.
A empresa tem 1 déficit de pensão de mais de US$ 500 milhões. Suas redações, que funcionam em 14 Estados, continuarão trabalhando normalmente.

Fonte: Poder 360

quinta-feira, 13 de fevereiro de 2020


Jornais, boas notícias


Você chamaria de louca uma pessoa que, em fevereiro de 2009, lhe sugerisse investir em jornal. Claro, o mundo estava no auge da crise financeira global iniciada em setembro do ano anterior. Além disso, e principalmente, a internet já se incorporara definitivamente à paisagem e o Facebook transformava-se num gigante, aproximando-se do seu primeiro bilhão de usuários. Os anunciantes estavam debandando dos jornais e migrando para as plataformas digitais. Os leitores passaram a ter uma urgência até pouco tempo antes desconhecida e começaram a achar que as informações que colhiam de graça no Face e na internet lhes bastariam. Diante disso, obviamente você não colocaria um centavo do seu dinheiro em jornal.

O valor dos grandes jornais havia chegado ao fundo do poço. Todos encolheram com sucessivos cortes de pessoal, outros foram vendidos a preços ultrajantes, e muitos desapareceram. No dia 1º de fevereiro de 2009, cada ação do “The New York Times” (NYT), o maior jornal do mundo, era cotada a US$ 4,13 na Bolsa de Nova York, resultado mais baixo de um mergulho iniciado em 2004, quando a tormenta por que passaria a mídia impressa começava a produzir os seus primeiros relâmpagos. A onda era sair do papel e correr para a internet, fazer blogs, construir perfis digitais, buscar relevância fora do velho mundo analógico.

Com o tempo, fazendo inúmeros ajustes no negócio e nas redações, dominando a tecnologia digital para oferecer notícias e análises em tempo real, e como sempre dispondo de informação confiável, os grandes jornais foram se reconstruindo, se reerguendo, estabilizando suas contas e aos poucos reconquistando valor. Em 11 anos, as ações do “New York Times” subiram 924%, e cada uma valia ontem US$ 38,78. Se você tivesse ouvido aquele louco em 2009 e investido US$ 100 mil em ações do NYT, teria agora mais de U$ 900 mil.

Pouquíssimos papéis renderam tanto. Para se visualizar melhor este resultado, basta dizer que as ações do NYT aumentaram mais do que as da Renner, da Ambev e da Klabin, que cresceram respectivamente 923%, 677% e 621% de 2010 a 2020. Se você comparar com fundos de investimento, vai parecer jogo de amadores contra profissionais. O Icatu rendeu 286%, o Paribas deu 257%, e o fundo do Banco do Brasil RFLP pagou 225% sobre o capital dos seus investidores. Quem diria? Houve quem comparasse jornais com carroças, que desapareceram depois da invenção do automóvel. Era um engano.

E um negócio que todos davam como terminal voltou a florescer. As pessoas confundiram os jornais com uma indústria de papel. O papel era e segue sendo apenas uma plataforma para levar informação ao consumidor. Hoje, todas as outras plataformas digitais alavancam os veículos profissionais que produzem jornalismo profissional. E isso tem enorme valor, como comprovam os números do NYT. Mais do que notícia e análise em texto, os jornais produzem conteúdo em todos os formatos disponíveis, em áudio, podcast e vídeo.

No Brasil e no exterior são os jornais nos seus formatos digitais que pautam o resto da imprensa. Seus produtos são os melhores do mercado. E agora oferecem conteúdos também para entreter, além de informar. Uma coluna escrita por leitores do NYT chamada “Modern Love”, que tem o objetivo exclusivo de entreter com curtas histórias de amor escritas pelos seus leitores, em pouco tempo transformou-se num sucesso. No ano passado, “Modern Love” virou uma série da Netflix.

Alguém pode dizer que o exemplo do NYT não reflete a realidade da maioria por se tratar de um jornal mundial, lido em praticamente todos os países. É verdade. Mas também é verdade que os grandes jornalões brasileiros voltam aos poucos a ver seus índices crescer. A carteira digital do GLOBO, segundo matéria publicada em janeiro, aumentou 154% em três anos, e o jornal tem hoje mais de 330 mil assinantes que pagam para consumir seu conteúdo. Em meados dos anos 2000, sem a ameaça da internet, o objetivo do GLOBO era chegar a 500 mil assinaturas. Nada mal.

Há muito chão para percorrer, mas não dá para negar que há boas notícias no ar para os jornais.
Fonte: O Globo

segunda-feira, 10 de fevereiro de 2020


The New York Times eleva pela primeira vez os preços de suas assinaturas digitais

 07 Fevereiro 2020

Ao anunciar recorde na captação de assinantes digitais e crescimento de receitas em 2019, o jornal The New York Times informou esta semana que vai promover o primeiro aumento de preços de algumas de suas assinaturas on-line desde que lançou seu modelo de paywall, há nove anos.
O ajuste no valor dos pacotes de conteúdo noticioso digital é, segundo estudos, uma necessidade para garantir a sustentabilidade do modelo de negócios de assinaturas, cujo preço médio é hoje inferior às necessidades financeiras dos jornais, que têm mantido generosas ofertas na tentativa de estabelecer e manter uma carteira razoável de leitores pagantes.
O The New York Times informou ter obtido alta de 27,1% no número de assinaturas digitais ao longo de 2018, relatou o diário O Estado de S.Paulo. O veículo norte-americano acumulava, no fim de dezembro, 3,4 milhões de assinantes digitais. Segundo o jornal, esse bom desempenho garantiu uma receita de US$ 709 milhões em seus negócios digitais no ano passado.
A expectativa, informou a empresa em seus resultados financeiros para o período, é a de bater a marca de US$ 800 milhões em faturamento digital até 2020. Outra meta para o futuro é a de chegar a 10 milhões de assinantes até 2025 – hoje, o The New York Times tem ao todo 4,3 milhões de assinantes, incluindo sua versão impressa.
“2019 foi um ano recorde para o negócio de assinaturas digitais, o melhor desde que a empresa lançou assinaturas digitais há quase nove anos. Esse sucesso é uma prova do trabalho extraordinário dos jornalistas em todo o mundo e também da maneira radicalmente diferente de como estamos executando operações digitais na empresa, com equipes interdisciplinares que desfrutam de autonomia significativa e acesso ao aprendizado de máquina, engenharia e recursos de teste necessários para impulsionar nossos negócios”, disse Mark Thompson, presidente e diretor executivo da The New York Times Company, citado em release distribuído pelo jornal.
Na mesma nota, o executivo destaca o reajuste de preços nas assinaturas. “Nesta semana, começamos a lançar um aumento de preço para um subconjunto de nossa base de assinaturas de notícias digitais somente para proprietários, que é o primeiro aumento de preço desde o lançamento do modelo de pagamento em 2011”, disse.
Thompson ressaltou que ao longo dos últimos nove anos o jornal fez investimentos sem precedentes em jornalismo e nas ofertas de conteúdos digitais. “Acreditamos que nossos fiéis assinantes sabem que sua contribuição financeira desempenha um papel essencial na manutenção da qualidade, amplitude e profundidade do conteúdo que eles valorizam tanto”, afirmou.
Obstáculos
A realidade do The New York Times e de outros jornais, entre eles o também norte-americano The Washington Post e o britânico The Guardian (que tem obtido resultados positivos sem o uso de paywall, mas com um modelo de apoio e doações), está longe da maioria das publicações, lembra Em Kuntze, editora do site Content Insights. Pesquisas indicam, diz a jornalista, que mesmo em países onde a porcentagem de pessoas que pagam pelas notícias são mais altas, elas ainda tendem a se inscrever em apenas uma única publicação.
Há ainda, destaca em outros problemas. Ela ressalta que nos Estados Unidos, por exemplo, a maioria das assinaturas é feita por pessoas com um nível educacional mais alto: em média, esse grupo tem duas vezes mais chances de pagar do que as pessoas com menos escolaridade.
É a mesma história para aqueles com renda mais alta (três vezes mais propensos a gastar dinheiro) e aqueles com "muito interesse pelas notícias" (cinco vezes mais prováveis), diz a jornalista. “Não surpreende, portanto, que o The New York Times esteja indo tão bem. De fato, os assinantes do The Post e do New York Times respondem por mais da metade daqueles nos Estados Unidos que pagam por notícias”. 
Outro obstáculo ao crescimento mais acelerado das assinaturas digitais – em especial das publicações que produzem conteúdos globais – é a ainda limitada confiabilidade dos sistemas que interligam bancos e legislações fiscais ao redor do mundo. “Ao contrário da internet, as redes que conectam bancos ao redor do mundo não são definidas pelas mesmas regras. Sistemas, padrões e leis variam, às vezes muito. Fazer negócios em um país estrangeiro, em sua moeda, pode ser uma tarefa hercúlea em administração e risco”, assinala Carolyn Breeze, do site Gocardless.
Com o tempo, porém, a tendência é a de que esse problema seja superado, diz a jornalista. “Gradualmente, e então talvez rapidamente, o espírito de padrões e protocolos compartilhados, que fizeram da internet o que é e deu origem ao fenômeno do comércio eletrônico, fará o mesmo com os pagamentos e a economia de assinaturas”.
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Fonte: ANJ