La caída del periodismo del algoritmo
El cambio de
criterio de Facebook ha precipitado la primera crisis de los medios nativos
digitales en apenas un año
/03/2019 00:05Actualizado a24/03/2019 11:54
Hace poco más de un año, Mark Zuckerberg sembró el pánico en
muchos medios de comunicación cuando anunció un cambio del algoritmo de
Facebook para primar “interacciones sociales más significativas”. Los
temores eran fundados. Solo en EE.UU. se han perdido un millar de empleos en lo
que va de 2019 y en España han cerrado Eslang y la delegación de BuzzFeed, y ha
habido 60 despidos en PlayGround, en lo que se considera la primera crisis de
los medios nativos digitales, que se atribuían la renovación del periodismo
tradicional.
A nivel internacional, Vice Media prescindió de 250
trabajadores, el Huffington Post recortó un 20% de la
plantilla y Buzzfeed el 15% (unos 200 empleados), pese a que facturó
300 millones de dólares en 2018. No ha habido piedad ni para periodistas como
Cates Holderness, que lanzó una de las piezas más virales de Buzzfeed –la del
vestido que era posible verlo de dos colores– en el medio que popularizó las
listas, los cuestionarios y los títulos que animaban al clic fácil.
Modelo em cuestion
La cuestión de fondo tras el ajuste es si existe un modelo rentable para
las noticias digitales. Los medios nativos online se arrimaron a los gigantes
tecnológicos y se adaptaron a sus gustos para ganar audiencia pero a la vez
quedaron expuestos al vaivén de los algoritmos. No solo el de Facebook. Google también
realizó dos cambios significativos en el suyo en 2018, uno para dar visibilidad
a los vídeos en las búsquedas.
La apuesta
Los médios nativos online se arrimaron
a los gigantes tecnológicos y se adaptaron a sus gustos para ganhar audiência pero
a la vez quedaron expuestos al vaivvén de los algorismos
“No se ha planificado el crecimiento al ritmo de los beneficios y hemos
pagado el pato”, afirma Marcos Chamizo, que fue director artístico en el
canal español de BuzzFeed. Las exigencias de un retorno rápido de la inversión
del capital riesgo también fueron determinantes en este medio.
PlayGround, a principios de 2018, presumía de ser el medio de habla
hispana con más visualizaciones de Facebook. En febrero de este año despidió al
50% de su plantilla. “Facebook nos encumbró y luego nos hundió”, admite un
cargo intermedio que prefiere conservar el anonimato. “Pero no fue el único
problema, también hubo mala gestión”, añade.
“Facebook ve a los médios como clientes y competidores; es uma alainza
antinatural” opina Ferran Lalueza
“Siempre ha sido una alianza antinatural, pues Facebook ha visto los
medios como un potencial cliente y, desde el punto de vista publicitario, como
un competidor”, valora Ferran Lalueza, profesor de la UOC y especialista en
Social Media.
Campbell Brown, directora de asociaciones de medios globales en
Facebook, lo dejó claro cuando reconoció, en una charla de la Sociedad
Americana de Editores de Revistas, que la red social “por su naturaleza, cambia
constantemente y no es confiable”.
Esta crisis coincide con el éxito de los muros de pago y las
suscripciones digitales de medios tradicionales como The New York Times, The
Washington Post o The Atlantic, pero también de modelos de
donaciones como el de The Guardian británico.
“La prensa cometió el error, al
principio, de regalar el contenido, y es muy difícil hacer marcha atrás pero sí
o sí hay que instaurar muros de pago, no se puede continuar con la gratuidad de
ahora”, asegura Àngel Bonet, autor del libro El tsunami tecnológico.
Bonet, experto en innovación y marketing, advierte que en el periodismo
“el proceso se deformó, quien se lleva los beneficios es el distribuidor y no
el productor”, y augura que “en treinta años, el sector se parecerá al de ahora
como un huevo a una castaña”
La viralidad y las “fake news”
La otra crisis que atenaza el futuro de los medios viene provocada por
la proliferación de fake news. Cada vez hay más iniciativas
de fact checking para verificar artículos. La agencia de
noticias France Press acaba de anunciar la extensión de su canal Factual a
España y Facebook cada vez dedica más recursos humanos y económicos para
formar grupos de detectores de noticias falsas. La Vanguardia ha
creado un equipo de fact checking, que de momento centra sus
esfuerzos en informaciones sobre la Unión Europea.
Pero hay temores, como el anuncio de fusión de Facebook, Messenger
y WhatsApp, todas controladas por Mark Zuckerberg. “WhatsApp es peor para las
‘fake news’ porque te da la sensación de más confianza; en Facebook al menos la
presión social obliga a actuar contra los bulos, pero conociendo la trayectoria
de Facebook, la integración asusta”, pondera Ferran Lalueza, experto en redes
sociales.
La búsqueda de la
viralidad también influye en la agenda política. Trump, Bolsonaro y
otros dirigentes mundiales lo han aprovechado. Ahora beneficia en España
a Vox, que goza de gran exposición mediática pese a ser una fuerza
extraparlamentaria.
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